jueves, 20 de noviembre de 2008

A manera de conclusión

20. A MANERA DE CONCLUSIÓN
El paseo que hemos dado a través del tiempo y el paisaje de esta ciudad ha llegado a su fin. Es una pequeña muestra de todo lo que encierra la capital de la República, y está destinada a quienes no han tenido la oportunidad de adentrarse en su historia.

De acuerdo a su origen, no es de manera alguna un trabajo para especialistas, quienes no encontrarán en sus líneas nada que les sea desconocido. Parte de una concepción muy propia, de la necesidad de impedir que se pierda en los legajos de una caja de archivo muerto, lo que acumulamos en los años que impartimos esa materia. Y que ofrecimos sin éxito en otras instituciones cuando se nos anunció que no era nada personal, pero que la clase de Historia de la Ciudad de México dejaría de ofrecerse a los alumnos del centro académico al que estábamos adscritos. Puede servir como una guía para un curso general, que al menos a mí me hubiera gustado tener a la mano en esos tiempos.

Si es posible, otro de sus objetivos es fomentar una actitud diferente con respecto de la ciudad y sus problemas, sin caer en el fatalismo. Una actitud de mayor interés, amorosa podríamos decir, que sólo puede resultar de un conocimiento, así sea tan elemental como el que se plasma en estas páginas.

Mirar con los ojos de la historia a la ciudad nos permite apreciarla de mejor manera, y resulta gratificante si esa forma de verla puede transmitirse a otros, como fue el caso de varios de los alumnos.

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